lunes, 13 de abril de 2009

UN POCO DE HISTORIA (4)

Llevo un par de semanas sin entrenar, por pequeña lesión aunque ya estoy mejor, y espero volver a rodar en un par de días.

Y como he tenido algo mas de tiempo, he buscado en el baúl de los recuerdos y he sacado una de las carreras que mas me ha gustado. Aunque en cada carrera hay algo que la hace inolvidable.

Saludos



MARATÓN DE BERLÍN
30.09.07



El día amaneció nublado, fresco y sin viento, ideal para correr. Fui en metro desde el Hotel hasta la estación de Hauptbahnhof, donde el gran número de corredores ya era como una especie marea o nube de color naranja que se dirigía a la línea de salida. El color naranja venía dado por el de las bolsas con el número de pitral de cada corredor, que nos habían dado el día anterior para depositar nuestras pertenencias en el guardarropa (18 carpas en la Plaza de la Republica).
La salida nos la dieron a los 40.000 corredores desde 8 puntos diferentes, con 1 minuto de intervalo y todas con la melodía de Carros de fuego. Entramos con cierta fluidez en StraBe des 17.Juni a 500 m. aproximadamente de GroBer Stern (Gran Estrella, con la columna de la Libertad). Fue impresionante ver la enorme marea humana en esa gran avenida (que había visto en algún desfile en el cine de otra época).
Lo que más me iba llamando la atención es que aunque iban pasando los kilómetros, no había ni un solo metro, a lado y lado del recorrido que no hubiera alguien animando, y un centenar de corredores atu alrededor, como un japonés con el que tropecé varias veces, y de vez en cuando banderas de diferentes países (perdí la cuenta en el número 15 más o menos).
Hasta el km 31 – 32 (en Hohenzollern damm – Konstanzer Str.) que comencé a notar "el muro" todo fue bien: temperatura, avituallamientos, agua, etc. Durante dos o tres km. como de costumbre, lo iba pasando mal y no tiraba, pero se me desató la bamba izquierda. Me paré sentándome en la marquesina de una parada de autobús para atármela y cuando me puse de nuevo en marcha inmediatamente cogí el ritmo, me empecé a encontrar bien y noté que recuperaba posiciones. Especialmente porque en el km. 40 volví a notar un codazo del japonés, y supongo que el grito que di le debió asustar porque ya no lo volví a ver.
Al llegar al final, sentí una sensación muy especial. Había estado pensando en ese momento durante los meses de preparación. Cruzar bajo la Puerta de Brandemburgo fue un placer, y encontrar inmediatamente la línea de meta, ni te cuento.
Habían pasado 3h.52'14". Haile Gebreselassie había batido el record mundial
de Maratón con 2h.4'26".
Además conté con el calor de un buen equipo de soporte en meta: Juanita, Marina, Rafi, Manolo M. y Manolo P. Gracias a todos.

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